
Las bicis son un conjunto de piezas móviles que están en continuo rozamiento. Por eso, para evitar el desgaste, es fundamental que la bicicleta esté bien engrasada y lubricada. En este artículo os vamos a explicar cómo engrasar la bicicleta.
Antes de nada, vamos a ver una serie de detalles:
- Hay dos tipos de lubricantes, líquidos y grasas sólidas. La diferencia es que las primeras se usan para las partes de la bici que no están expuestas y la otra para las partes ocultas.
- Nunca debemos usar grasas tipo 3 en 1 o lubricantes líquidos.
- Cuando la bici sea de fibra de carbono debemos usar grasa especial de pasta de carbono.
¿Qué partes de la bicicleta debemos engrasar?
- La cadena: Es una de las partes de la bici que sufre mayor rozamiento, por lo que su limpieza y engrase ha de hacerse casi después de cada salida. Es muy importante limpiarla antes de echar ningún producto.
- Cambio y desviador: Debemos lubricar con menor frecuencia que la cadena. Lo mejor es usar un lubricante en spray, ya que los pequeños puntos móviles son más accesibles con este tipo de productos.
- Tija del sillín: Aunque la mayoría de los ciclistas tenemos la manía de, una vez que el sillín está a nuestra altura ideal, no volver a tocarlo, es bueno echarle grasa de vez en cuando para que pueda moverse con facilidad.
- Dirección: La pipa de dirección debe estar bien engrasada para que el manillar gire con suavidad.
- Pedalier: Es otra de las zonas críticas. Sin embargo, en este caso, mejor que lo engrase un profesional porque si lo hacemos mal puede que entre agua y tengamos un problema mecánico grave.
La lubricación de la bici es fundamental para su correcto funcionamiento y la durabilidad de la misma. Si no sabemos hacerlo nosotros lo mejor es acudir a un taller a que nos engrasen la bici en condiciones. Las partes más sencillas como la cadena o los cambios podemos hacerlo nosotros. Sin embargo, para asegurarnos que las partes más complicadas queden bien engrasadas, la ayuda de un profesional puede ser importante.
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